Bebo en estas horas locas
el cáliz profano de la angustia
la cual crece de raíz en mi pecho
alimentándose de mis recuerdos
y sus raíces buscan mis entrañas
y lo inextricable de mis adentros.
Ay si los nervios son como culebras.
Me hinca el calor que emana del silencio
y me aturde el sabor de labios.
Ayer estuve como la orilla
y como los niños en ella
y como los castillos en ella.
Ahora un simple faro en altamar.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario