el espejo rechaza tu color
de reflejo insomne y vago
vestida de hogueras
y con ese traslúcido vestigio
de ventanas sucias
y palideces rotas,
te vistes de polvo para
creer que fuiste
para lavar tus sombras
en las cenizas del tiempo,
en esa turbia inminencia
que transita
por las calles de mis ojos
en la oscura lucidez de lo que queda
la amargura de mi boca
auxilia una insondable mirada
bebe tu angustia, así
bajo la negra transparencia de tu piel