lunes, agosto 22, 2005

Aflicción del ser

Son las manías sordas
de mis silencios
las que afloran
en el pasadizo lúgubre
del corazón que me anda.
Quiero saber del tiempo
en que mutilamos
este espacio sin materia.
Quiero tener fresco en mí
el olor del insomnio
el sopor que me inunda
cada vez que a mi costado
anda la Nada
nadando en lo andado
separando el horizonte
azul, de mis ayeres mórbidos.
Debo aprender a sentir
cada vez que el viento

doble la esquina.

miércoles, agosto 03, 2005

Caminantes

El aire es constante
cuando se deja acariciar
por manos corredizas
o por rostros entrecortados.
Cuando voy por las miradas
de los caminantes nocturnos
el aire se torna denso
se me hace agua
se invierte y se calla
se mete en mi nada.
Es estupor el que siento
cuando camino a la par
del caminante común
[el corsario de las noches]
cegado por faros insomnes
tropezando con líneas indelebles
tiendas
llantas
pasajes y piedritas.
Los colores me saben a frío
y el aire cabalga hacia donde voy
y acaso pienso que ambos entes
tanto el aire inconsistente
y el oscuro caminante

son lo mismo y no lo son.

Humanidad

El mar de la noche me agobia
y la soledad
que se cuela negra y triste
me lastima
me lacera los ojos
y me escupe en la mirada.
Un guijarro ha golpeado mi superficie.
[Acaso yo lo golpeé en la madrugada.]
Le pido disculpas al cielo
por ser su reflejo en la tierra
el espejo en que se mira
avergonzado de ser
un haz
un girasol
una moneda
un adiós en la billetera.
Quiero dejar mi cuerpo
salir de la mortalidad
contigo, conmigo, consigo
en mí, en ti, en sí...
Quiero bombardear la noche
tan fuertemente
tan inmisericorde
hasta incendiar un pedazo
y tener la venganza del día
en una abrazo que fuera
tan humanamente
imposible.
Quiero bombardear la noche

cual si fuera el país del norte.

martes, agosto 02, 2005

Incertidumbre

Bebo en estas horas locas
el cáliz profano de la angustia
la cual crece de raíz en mi pecho
alimentándose de mis recuerdos
y sus raíces buscan mis entrañas
y lo inextricable de mis adentros.
Ay si los nervios son como culebras.
Me hinca el calor que emana del silencio
y me aturde el sabor de labios.
Ayer estuve como la orilla
y como los niños en ella
y como los castillos en ella.

Ahora un simple faro en altamar.