orfandad

inútil reparar en lo ajeno
de un invierno, allá...

acaso una puerta
un llanto
una bisagra de tiempo
envolverán tus dedos
intentando atrapar
el escape de un instante
déjate hundir en la saliva
de una mirada que no se dio
de un latido que no pediste
hay demasiada distancia
colgada entre tu caos
y el refugio de tus miedos
allá...

aún es tarde para arropar
un sueño

mirada del Otro

es como buscar un paso
en lo más hondo de un rincón
de aquel vértice de piel
y de jamás
es así, como la mirada de lo ajeno
en ese tibio milagro
de un agujero en lo inasible
en la silueta de cada vacío
que borda
con su negra desnudez
cada grito en el polvo

es el instante en que el Otro
teje una charca en el miedo
que mana en silencio
de tu enferma
alteridad

demasiada sombra
la que abarca
el latido de una mueca
en la ventana
pero no cede el fondo
ni en el suelo hay un llanto
mientras surge así
como estallando un paso
en la tibia soledad
de una mirada ascendente

en la pendiente de un susurro
en el vórtice de una hondura
sin color y sin bordes
lame sus pasos, sin fin
sin sonido
sin luz
triste
azul