pero ya no estamos hechos para presencias
y quién más para recorrer esto que avanza
yo de espirales no sé más que tu mano
que tu cuerpo acercando arañando bebiendo
en ausencias que encuentro casi tuyas
súbitamente arrancadas de este lugar
donde no soy capaz de regresar
me darás una frontera y te diré que no
que sí
que la esquina tiene nombre y ya
que todo jardín nos oculta ese apetito
el azogue que cruje y señala
lo que jamás te acompaña
ni te deja
No hay comentarios.:
Publicar un comentario