miércoles, octubre 04, 2006

en la esquina de su infancia
sólo el inquieto color
de un abrazo le hace sombra
no queda nada por consumir
mientras la inmensa cavidad
que sus penas recorren
aceleran el vaciado de su tiempo
hacia un eterno despertar
mejor no desear lo que
asolara el destino
detrás de lo jamás vivido
quizá ese nuevo déjà vu
de lo proscrito
le dejará partir su boca
en mil estruendos

en la sorda vaguedad de sus miradas
no estará lo que jamás necesitó
en esas tibias dunas de lo amargo
un milagro
un miedo

lo que fue...

No hay comentarios.: