sábado, marzo 25, 2006

el instante que desciendes

tan fácil ser lo que callas
tan extraño recoger tu sonrisa
tu propia mirada colgada en el tiempo
tu inmensa tristeza sentada en la orilla
tan cierto decir que no eres
tan diminuto el abismo que inventas
el hoyo inquieto que tejes para vaciar
tu inocencia
tan estúpida la palabra que abrazas
el instante que desciendes

esta noche
cuando los segundos se suspendan
en el viento en tu fatiga
como gotas de un incendio insomne
vacía tus sueños
tu cansancio

tu revólver

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